Carpe Diem

Falamos desta plataforma de pesquisa e espaço experimental regido, entre outros, pelo curador luso-brasileiro Paulo Reis:

Carpe Diem Arte e Pesquisa é uma plataforma de pesquisa, experimentação e estudos no âmbito das artes contemporâneas. Instituição independente e sem fins lucrativos, apresenta-se como uma estrutura multidisciplinar e plural para as artes visuais, com o objectivo de proporcionar uma rede de troca de informações entre criadores, teóricos, estudantes, produtores e público.

Situado na Rua de O Século 79, no antigo Palácio Pombal – prédio pertencente a EGEAC/CM, parceira no projecto, Carpe Diem Arte e Pesquisa é parcialmente financiado pela DGartes / Ministério da Cultura. Por ser um organismo sem fins lucrativo, conta também com uma rede de colaboradores e apoios de entidades culturais.

A programação está vocacionada para residências de artistas nacionais e estrangeiros que realizam exposições site specifics e master classes, para além de uma série de actividades paralelas como conferências, conversas com os artistas e visitas guiadas.

http://carpediemartepesquisa.wordpress.com/

Arte da Censura

Carlos Garaicoa.  Carta a los Censores, 2003

Lo Que Oculta la Censura – por Lucas Ospina

El arte que más atención recibe por estos días es el de la censura, tal vez esto se deba a que se trata de obras de creación colectiva: un artista hace una cosa, alguien la censura, el artista protesta, la prensa da forma y la audiencia reacciona.

El censurado hace bulla, como la hizo hace poco Carlos Uribe cuando un mural suyo, alegórico al criminal Pablo Escobar, fue puesto sobre la fachada del Centro Colombo Americano de Medellín y a los tres días fue borrado por la institución: “He sentido violados mis derechos a la libre expresión y más aún, a mi condición reflexiva y libre como artista visual de expresar, señalar y opinar sobre lo que se antoje.”

Vino la prensa y la obra revivió, amplió su nuevo horizonte al mundillo nacional: el artista y el curador institucional se rapaban la razón, uno le daba curso a su letanía, el otro se metía en un berenjenal ético, decía que el mural fue borrado porque podía “herir sensibilidades”; no especificó si se refería a la sensibilidad propia —ser despedido— o a sensibilidades extremas que podían ejercitar su “condición reflexiva” a punta de petardos sobre la fachada del ente binacional (hay que ver si el antojo temerario del artista lo lleva a poner su mural sobre la fachada de su residencia).

Aun así, ambos antagonistas se pusieron de acuerdo para completar esta obra de género censura: el censurado la dibujó, el censurador la coloreó y la prensa la enmarcó. Algunos artistas se victimizan tanto que revelan algo más: el deseo de ser censurados, la atracción y necesidad por una fuerza externa y opresiva que los viole. El censor deja de ser bruto y su acto arbitrario pasa a formar parte de la obra: completa, hace y logra —gracias a la caja de resonancia publicitaria— lo que la inane política del arte no alcanza en lo social.

El sol alicaído de la cultura hace que cualquier polémica alrededor de una obra enana y normal proyecte una sombra inmensa y única que termina por ocultar el fulgor de otros tesoros: en la misma ciudad, por ejemplo, se expone la obra de una artista que comenzó como una señora que hacía cuadros, como tantas, y luego se convirtió en toda una señora pintora. En una de las salas del nuevo Museo de Arte Moderno se exhibe La cama con cosas, un óleo sobre lienzo de 1.90 por 1.40 metros hecho en 1983 por Ethel Gilmour. El ángulo de visión abisma al espectador a ser un diosito fisgón que espía a una pareja dormida o que ve televisión; ellos, maduros, encamados, desnudos pero cobijados, están mediados por una virgen; sobre el lecho hay —muy bien pintados— un control remoto, tres mascotas, dos libros de arte, una merienda, un sombrero florido, un kit de fumador y la prensa dominguera que muestra en portada a un bandolero armado: un insurgente, un terrorista. Si se trata de censurar retratos de criminales aquí hay algo que sí vale la pena para el juego de ocultar, se trata de una composición extraña y sutil, ambiciosa y sencilla que de ser prohibida daría morbo conocer. Pido encarecidamente a las directivas del museo que hagan lo propio: ¡censúrenla!

extraído de: http://salonkritik.net/10-11/2010/10/lo_que_oculta_la_censura_lucas.php#more

Política emperrando a Bienal de Arte e Política

Enviado por email em 2010/9/25 por Cristina Ribas e publicado livremente aqui.

::::::::::::::::::::::::::::

Amigos

Há muitos rumores sobre o que de fato  levou a censura do projeto do artista argentino Roberto Jacoby na Bienal que inaugura hoje (24/09/2010). Eh bastante triste para mim como artista e pesquisadora testemunhar um fato como este a “esta altura do campeonato”, sobretudo porque os atores da censura se colocam em posicoes vitimizadas e despotencializadas, quando poderiam aportar o debate, defender o projeto do artista diante das tais “estruturas juridicas” apontadas e tentar constituir de fato um territorio para o enfrentamento dos ensejos curatoriais (elaborar relacoes possiveis entre arte e politica, ainda que essa articulacao precise de um trabalho arduo tanto dos conceitos como dos modos como pode ser operada).
contudo, observando desde dentro (estou em Sao Paulo ha dois dias), e levantando as pistas do que aconteceu de fato, se percebe uma acao autoritaria por parte tanto dos curadores como da equipe de producao, no sentido de barrar a livre expressao, categorizar e por fim censurar quase que na totalidade o projeto “A alma nunca pensa sem imagens”. no dia mesmo da abertura foi recolhido grande parte do material do espaco dedicado ao trabalho do artista e da Brigada Internacional Argentina, que trouxe mais de 30 pessoas para compor este “comite de campanha”, realizando um espaco dentro da Bienal para discutir formas politicas, campanhas partidarias e mesmo a relacao entre tais ambientes – o acontecimento da arte e o acontecimento de uma campanha politica.
encaminhamos abaixo uma carta que conta com um pouco mais de detalhes as informacoes ao redor do caso da censura. solicitamos que enviem emails de apoio, ou de questionamento, sigamos a conversacion. convido a todos a considerarem tambem o historico das pessoas envolvidas, dos artistas, da Brigada, das Madres de la Plaza de Mayo que vieram a abertura, e tambem olharem as imagens, a pensarem onde estao as almas, com estas imagens, e o que acontece quando as censuramos.
hoje, sabado, 24/09, 16h teremos um espaco para discutir o que aconteceu. no proprio local agora censurado dedicado ao trabalho, no terceiro andar da Bienal, mas nao menos vivo, nao menos inquietante, nao menos necessario para fazer tremer, tremular, tremblar os limites destas clausuras….
segue mais abaixo o link (vimeo) para o video que foi produzido na Argentina e tambem recolhido pela equipe de producao da Bienal.
abracos,
Cristina Ribas

Da Brigada Carioca, se soma Pedro Mendes, e em breve vamos elaborar um artigo (ou muitos) sobre isso.

**

Arde San Pablo: el fantasma de la política en la Bienal

“La 29º Bienal de San Pablo está anclada en la idea de que es imposible separar el arte de la política”. A tenor de lo sucedido en las últimas 48 horas, hay serios motivos para dudar de la honestidad de esta declaración.

La obra de la Bienal de Sao Paulo que promete ser la más interesante no ha sido realizada por ningún artista, sino por la propia institución cuando ordenó cubrir unos imponentes paneles con papel de embalar, para impedir que puedan verse dos ampliaciones fotográficas: el rostro amistoso y atractivo de Dilma Rousseff frente al gesto agrio de José Serra, su opositor socialdemócrata en las elecciones a la presidencia de Brasil.

La obra propuesta por el argentino Roberto Jacoby ha consistido en socializar su espacio para que sea gestionado por una Brigada Argentina por Dilma que se dispuso a diseminar abiertamente propaganda favorable a la candidata del Partido de los Trabajadores en sucesión de Lula, apostando a ser parte del momento histórico excepcional de unidad, solidaridad, redistribución y democracia que se abre en América Latina.

De acuerdo con la —poco convincente— justificación hasta ahora emitida por la Fundación Bienal de San Pablo, un informe de la Procuraduría Electoral General habría decretado que la obra incurre en un “delito electoral” por quebrantar la Ley que impide la “vehiculación de propaganda de cualquier naturaleza” en espacios cuyo uso dependa de los poderes públicos. Sin embargo fue la propia Bienal la que concurrió a sede judicial para denunciar la obra que habían invitado.

Uno de los curadores de la Bienal, Agnaldo Farias, ha declarado a la prensa que “no podemos contestar la decisión de la justicia, porque corremos incluso el riesgo de que nos lleven presos. Si hubiésemos conocido de antemano que se trataba de Dilma, sabedores de que habría habido problemas, hubiéramos avisado al artista”. El argumento de los curadores de que habrían “sido sorprendidos” por el desarrollo de la pieza no se sostiene, ya que la misma fotografía censurada figura tanto el catálogo de la Bienal como en su sitio web.

A esta afirmación pusilánime no se puede sino responder con una pregunta: ¿qué piensa un curador de arte establecido cuando invoca la palabra “política”? Más allá de este caso puntual, no son infrecuentes las propuestas curatoriales que apelan a la relación “arte y política” para exhibir cementerios documentales o retratos de pobres o raros distantes. Esta obra política de Jacoby se opone eficazmente a esta despotenciación del arte político que ejerce actualmente el mainstream institucional.

Pero ¿qué sucede cuando un artista se toma en serio la necesidad de convertir un espacio artístico en un espacio público, para producir confrontación política —y no falso consenso— en tiempo real y en el mismo vientre del sistema del arte? El alma nunca piensa sin imagen —que así se titula la obra— consiste en algo más que la propaganda electoral favorable a Dilma: el espacio de la muestra asignado a Jacoby se transformó además en una máquina de producir antagonismo entre opiniones diversas, tomando partido e imponiendo al establishment artístico implicarse en una discusión sobre el hecho constatable de que, en un espacio geopolítico como América latina, existe hoy más experimentación, más creatividad y —en definitiva— más esperanza en el área de la política y de lo político —desde las estructuras institucionales hasta el campo de los movimientos sociales— que en el sistema del arte contemporáneo.

Jacoby participa en la Bienal por partida doble, pues integró asimismo el colectivo de artistas, sociólogos, militantes de varias ciudades que en 1968 produjo la histórica Tucumán Arde, documentada erróneamente —y se trata de un síntoma grave y elocuente— en el web de la Bienal como una obra del Grupo de Arte de Vanguardia rosarino. Ésta fue clausurada en la central obrera en Buenos Aires, bajo presiones militares durante la dictadura del general Onganía: su provocación consistía en desbordar el sistema del arte para abrazar el movimiento de protesta social en contra del sistema  vigente. A la inversa, El alma nunca piensa sin imagen parece haber sido censurada por instalar en el centro del sistema del arte una actividad a favor de un proceso extraartístico que sucede en la institución política. La Brigada Argentina por Dilma nos lo expone como algo mucho más real —porque resulta más imperfecto y complejo al fin— que la pulcritud inmaculada con que habitualmente brilla la palabra “política” en los textos curatoriales.

Buenos Aires/Sao Paulo, 23 de septiembre de 2010.

Integran la Brigada:
Adriana Minoliti, Alejandro Ros, Ana Longoni, Alina  Perkins, Cecilia Sainz, Cecilia Szalkowicz, Daniel Joglar, Fernanda Laguna, Francisco Garamona, Florencia Hipolitti, Gastón Pérsico, Paula Bugni, Hernán Paganini, Javier Barilaro, José Fernández Vega, Julia Ramírez, Kiwi Sainz, Laura Escobar, Lidia Aufgang, Lucas Rubinich, Mariano Andrade, Mariela Scafati, Mariela Bond, María Granillo, Nacho Marciano, Roberto Jacoby, Santiago Villanueva, Syd Krochmalny, Tomás Espina, Víctor Florido, Victoria Colmegna.

Adhieren:
Marcelo Expósito (Barcelona/Buenos Aires).
Gachi Hasper (Buenos Aires)
Diana Aisenberg (Buenos Aires)

Para enviar su adhesión:
elalmanuncapiensasinimagen@gmail.com.

**

Video censurado, veja no vimeo
http://vimeo.com/15096614

Os Inimigos de Gil Vicente na Bienal de SP

O artista pernambucano Gil Vicente estará expondo duas séries de desenhos na próxima Bienal de Artes de São Paulo, que inaugura no dia 21/09. Uma das séries, chamada Inimigos, consiste em desenhos em grande escala, onde o artista se retrata prestes a cometer um atentado à integridade física de personalidades influentes da política mundial e do Brasil. Obviamente polêmicos, a obra é um grito contra a apatia e o conformismo com os quais assistimos as incongruências dos líderes junto ao povo que os elegeu e confiou.

Acusado de apologia ao crime, o artista e sua obra correm o risco de serem censurados pela Ordem dos Advogados do Brasil e retirados da exposição.

Uma lástima, pois tal decisão é obtusa além de hipócrita. Perde-se neste debate moralista a oportunidade de se refletir sobre a arte e toda a sua potência transformadora. Desse modo, os desenhos do artista são tratados como meras fotografias sensacionalistas de jornais populares – lidos por milhares diariamente – e que de fato falam de violência sem conteúdo crítico, apenas para fins comerciais, o que deveria ser considerado chocante mas não é mais.

Abaixo, o texto crítico de minha autoria sobre a série Inimigos, escrito para o catálogo do artista que será lançado na Bienal de São Paulo em breve.  A obra é bela e merece ser respeitada!

:::::::::::::::::::::::

Arte Fora da Ordem

“Por onde andam os subversivos?” Ao lançar esta questão na rede social onde possuo 570 amigos que mal conheço, a primeira resposta veio em seguida: – No poder. Flanando na internet, se lê que a política e o entretenimento nunca estiveram tão juntos como atualmente e que dificilmente irão se separar. “Independente da causa em questão, grande parte da comunicação política contemporânea segue a linguagem do espetáculo, como forma de guerrilha. A fórmula serve e é aplicada tanto para fins sociais relevantes como para qualquer outra coisa sem cabimento, por movimentos diversos e até por instituições como os partidos”.[1] Enquanto a tática de guerrilha vira instrumento de marketing, no Brasil indignar-se com a situação política e social está em desuso.

Indignado, porém, Gil Vicente decide ir na contramão desse padrão e repudia a linguagem do espetáculo para posicionar-se, subversivamente em forma e conteúdo, contra as estruturas da política e da cultura de massa, interligadas na contemporaneidade. Em sua ira e desilusão com o modo operacional de um sistema que considera maldito por que, como crê, apenas alimenta desigualdades e injustiças, o artista resolveu, em 2005, inventar uma persona terrorista para alvejar, com una arma gráfica, líderes arquetípicos de uma ordem mundial em crise aguda.

Ao contrário do que a primeira leitura das obras sugere, Gil se coloca, de fato, num “estado de vítima”[2] para acertar as contas com as hipocrisias, mentiras e manipulações de estadistas e representantes do Povo. No jogo que mistura realidade e ficção, o artista-vítima não panfleta ideologia partidária, nem faz julgamento moral ou religioso de qualquer ordem. Na concepção niilista de quem viu a utopia de ações movidas pelo discurso da esquerda marxista Pós-2ª Guerra, dar lugar à atual fome de destruição movida a fé, petrodólares e narcoeuros, Gil Vicente, poeta e cidadão, sugere a implosão sumária do establishment e da sua ética em situação de irrecuperável ruína.

Por sua vez, no plano da visualidade estética também pode-se creditar a Inimigos um papel de inssurgente. Seus desenhos transgridem tanto a etiqueta do politicamente correto, quanto as tendências de mercado que privilegiam ora o conforto de discursos minimalistas acríticos, ora a literalidade fácil de obras que repaginam ad nauseum o Pop  e outros estilos, modernos ou pós.

Estes desenhos, no entanto, possuem o traço e a narrativa de impacto dos quadrinhos policiais transmitindo, em cada um deles, a tensão contida na cena imediatamente anterior ao grande desfecho da estória. Porém, por serem diretos e literais, por que narrativos, a sofisticação de Gil Vicente se mostra justamente na dispensa do uso de metáforas, ainda que utilize amplamente o recurso da representação.

O grande paradoxo desta série porém, está no fato de que, ao levar tais desenhos a público, o artista exerce todo o Poder que o status quo lhe confere. Gil Vicente aproveita-se da posição privilegiada de profissional inserido num circuito intelectual respeitável, para trocar o estado de Vítima na ficção do desenho por um estado de Representante social na vida real. Sem desfaçatez e atento, ele se utiliza abertamente do sistema – também político – da instituição de arte, para fazer sua obra circular semi protegida de possíveis censuras e ataques das esferas poderosas.

Longe de culpas, Gil Vicente é um ateu em busca da fé na consciência política transformadora, hoje apaziguada pela midiatização da cultura e pulverizada em centenas de coletividades ativistas as quais, pela pluralidade de motivações e modos de atuação, nem sempre conseguem tecer uma alternativa efetiva contra o sistema de poder, cada vez mais controlador e onipresente.

Em Inimigos, o artista dá um tiro de advertência para o alto, como um guerrilheiro que se move na possibilidade de fazer terrorismo sem sangue, através da imagem e da poesia. Representando-se na execução de um ato limite, ele urra contra Estados ignóbeis e acorda para a luta os jovens e adultos anestesiados pelo consumismo e pelo prazer imediato. Assim, os desenhos de Gil Vicente advertem que a arma mais subversiva existente, mesmo com todos os sustos e espetáculos, consumos e tecnologias, é a capacidade de reflexão e de gerar sonhos. E que diante do menor risco dessa capacidade ser tolhida deve-se pressionar, sem hesitar, o botão  Indignar-se.

Daniela Labra


[1] FRANZ, Tiago. In: http://perspectivapolitica.com.br/tag/ativismo-politico/ acessado em 15/07/2010

[2] FARIAS, Walquíria. “O Energúmeno”. Texto de catálogo. 2005

El arte fuera de sí

Segue link para a crítica ferrenha sobre o sistema de arte global, do antropólogo argentino Néstor García Canclini, publicado inicialmente no jornal La Nación.

Ainda que algumas de suas idéias possam soar conservadoras, chama a atenção a escrita séria e contundente, sem afetação de fofoca, que encontramos em alguns autores menos preparados, especialmente no Brasil, quando se dispõem a falar sobre mercado e sistema de arte.

El arte fuera de sí – Néstor García Canclini
(originalmente en lanacion.com)

¿Qué está pasando con el arte, cuya muerte se anunció tantas veces, para que en pocas décadas se haya convertido en una alternativa para inversores decepcionados, laboratorio de experimentación intelectual en la sociología, la antropología, la filosofía y el psicoanálisis, surtidor de la moda, del diseño y de otras tácticas de distinción? […]

Desde principios del siglo XX la sociología mostró la necesidad de entender los movimientos artísticos en conexión con los procesos sociales. Ahora, esa implicación “externa” del arte es más visible debido al creciente valor económico y mediático alcanzado por numerosas obras. Para explicar el fenómeno no alcanzan las hipótesis que postulaban -al igual que se dijo respecto de la religión- que las artes ofrecen escenas imaginarias donde se compensan las frustraciones reales , ya sea como evasión que lleva a resignarse o como creación de utopías que realimentan esperanzas: “una especie de religión alternativa para ateos”, según la frase de Sarah Thornton. (SEGUE)

artigo extraído da revista digital espanhola  http://salonkritik.net

Brazil de gringo: Bob Dylan troca microfone por tela e paga mico

A pintura abaixo não é uma original da feira de domingo da Praça.  Tal obra de arte é apenas um daqueles fenômenos de egolatria incentivados pelo marketing e o sistema de celebridades internacional.

Esta pintura, ruim à beça, é de autoria do cantor Bob Dylan, e integra a série The Brazil Series, exibida com pompa, circunstância e texto “crítico” no Statens Museum for Kunst, em Copenhagen. Sinistro.

Bob Dylan`s painting is a ridiculous pastiche of brazilian popular artworks. He could be painting at home for his own purposes for the rest of his life. Why he didn’t?

http://www.smk.dk/en/explore-the-art/exhibitions/coming-exhibitions/bob-dylan-the-brazil-series/

A respeito do Terror: a exposição da RAF

Felix Ensslin, filho de Gudrun Ensslin, uma das componentes da RAF – organização terrorista de esquerda surgida em Berlim Ocidental no final dos anos 1960, também associada ao nome de Baader-Meinhoff – é co-curador de uma incômoda exposição na Alemanha que convida artistas de 3 gerações diferentes a fazerem uma leitura crítica e estética de episódios do grupo, marcados pela violência e conteúdo ideológico.

Ao mesmo tempo em que incomoda, a mostra é uma idéia ousada , e por isso interessante, de que a arte pode servir a outros interesses que não apenas o mercadológico ou politicamente correto.

Felix Ensslin, foi abandonado aos 6 meses de idade pela mãe, que entrou na clandestinidade para co-fundar a RAF. O menino foi criado num ambiente familiar bruguês e tranquilo e agora, dedicado às artes, se envolveu neste projeto, mais para discutir este episódio da história recente alemã, do que para expurgar fantasmas pessoais.

Ao menos é o que parece.

Leia a matéria na íntegra no site da BBC

‘Terror’ art” challenges Germans

Só um lembrete em ano de eleição

“A política e o entretenimento nunca estiveram tão juntos como atualmente, e dificilmente irão se separar. Foi desse encontro que nasceu e se estruturou o ativismo político dos últimos 50 anos, também chamado de ativismo midiático.

Independente da causa em questão, grande parte da comunicação política contemporânea segue a linguagem do espetáculo, como forma de guerrilha. A fórmula serve e é aplicada tanto para fins sociais relevantes como para qualquer outra coisa sem cabimento, por movimentos diversos e até por instituições como os partidos”.

do site:  http://perspectivapolitica.com.br/tag/ativismo-politico/

Juventude pela política, onde anda você? Talvez a arte ainda possa ser uma ferramenta poderosa…

Por uma representação relevante das Artes Visuais no ministério da cultura

Repassando o chamado enviado por Paula Trope,  artista visual e representante da classe artística pelo Sudeste, na Câmara Setorial de Artes Visuais – órgão formado por conselheiros da sociedade civil para atuar junto ao MinC e no governo, pelos interesses de diversas àreas e setores da cultura.

++++++++++

Caros,

É com apreensão que recebemos a notícia da vacância na Direção do Centro de Artes Visuais da Funarte.  Estamos num momento crucial pela construção de políticas por questões caras à arte contemporânea, como a experimentação, a multiplicidade de meios, a transdisciplinaridade, ampliação de verbas e criação de programas, nossas demandas em perspectiva nacional. É importante que os artistas, pensadores e demais profissionais da área acompanhem de perto essa transição.

Para isso, artistas visuais e profissionais da área, reunidos no último 05/7 no Museu da República, Rio de Janeiro, elaboraram uma carta, apoiada e referendada pelo Colegiado Setorial de Artes Visuais, ao Ministro da Cultura Juca Ferreira e ao Presidente da Funarte, Sérgio Mamberti, solicitando participação ativa na indicação da Direção do CEAV, garantindo a interlocução da classe junto ao Governo Federal quanto aos desdobramentos das políticas culturais para as artes visuais.

É urgente a adesão de todos os artistas visuais e profissionais da área a essa mobilização, unindo-se no abaixo-assinado em anexo.

Ass.: Artistas e profissionais reunidos no Museu da República, apoiados e referendados pelo Colegiado Setorial de Artes Visuais, seguidos das demais adesões da classe.

Clique abaixo para entrar no link
Carta ao Ministro Juca


Arte enferma

Deu na Folha de São Paulo em 15/06/2010:

Dupla de alemães interna artistas, galeristas, curadores e críticos em clínica de reabilitação em Berlim

SILAS MARTÍ
DE SÃO PAULO

Arte tem cheiro de cocaína. Num mundo de festas encharcadas de champanhe, da velocidade do mercado que acompanha a voracidade do vício, dois alemães decidiram levar artistas, curadores, críticos e galeristas para a clínica de reabilitação.
Benjamin Blanke e Claudia Kapp, também artistas, fizeram dos colegas cobaias para entender o papel das drogas nas artes visuais.
Em vez de mostrar suas obras, pediram ao KW, centro de arte contemporânea em Berlim, que bancasse a desintoxicação de personalidades do meio artístico numa clínica de reabilitação perto da capital alemã.
No meio de uma floresta, o sanatório Havelhoehe recebe até 291 pacientes, tem duas alas de desintoxicação e usa pintura, escultura e também ginástica nos tratamentos.
São adeptos da chamada medicina holística, ou antroposófica, que tenta dar atenção equivalente a aspectos físicos e mentais do paciente.
Internos do projeto, que passaram cerca de dez dias na clínica, foram convocados por e-mail. O convite tinha só uma imagem, a de uma porta fechada, usada pelos artistas para divulgar o projeto.
“Uma pessoa já disse que era uma reflexão sobre estética”, resume Claudia Kapp à Folha. “Não diria que é uma performance, mas um trabalho mais conceitual, de estética relacional iconoclasta.”
Jargões à parte, a realidade dos mais de 200 inscritos no projeto passou longe dessas dimensões filosóficas.
“Desde que cheguei, me dão doses de um pó branco três vezes ao dia para reduzir a ansiedade”, escreveu um crítico de arte internado na clínica. “É como cocaína ao contrário, precisaria cheirar toneladas para sentir qualquer sensação de alívio.”
Mais do que alívio, uma pausa. Na visão dos artistas, as drogas nesse meio não têm mais a ver com ampliar horizontes da percepção, como os anos 60 e 70 popularizaram o uso do LSD e afins.
“É menos hedonista”, diz Kapp. “Está mais ligado à competição: aumentar, melhorar, acelerar a produção.”
Tanto que, além dos artistas que se inscreveram, maior alvo do programa, críticos e galeristas insones com preços nas alturas e a rotina pesada dos vernissages correram para a clínica.

VÍCIOS REAIS
“Alguns deles não eram viciados em nada”, conta Kapp. “Queriam só se desintoxicar do mundo da arte.”
Esses que buscavam uma limpeza ideológica ficaram fora da clínica, onde médicos de verdade, além de psicanalistas e psiquiatras, trataram seus vícios reais.
“À noite, uma toalha encharcada de chá medicinal é aplicada contra meu fígado para absorver as toxinas”, escreveu um crítico alcoólatra internado na clínica.
Ele adianta o relato descrevendo as esculturas de argila que fez para passar o tempo. Enquanto seus dotes artísticos permitiram fazer só umas vasilhas, uma colega esculpiu até um busto de Hitler.
“Conhecemos artistas, amigos pessoais, que estão sofrendo muito com isso”, conta Kapp. “É horrível.”
Ela vê nesse ponto uma relação cada vez mais estreita entre arte e o mundo das celebridades, “estrelas do rock conhecidas pelos excessos”.
Muitos dos inscritos na reabilitação, aliás, achavam que teriam seus trabalhos expostos em Berlim como contrapartida ao tratamento.
“Achavam que ficariam famosos, mas o projeto é anônimo”, diz Kapp. “Tudo tem cada vez menos a ver com arte, há um grande vazio.”